Biomecánica
"La mecánica es la rama de la física que describe los movimientos de los cuerpos y su evolución en el tiempo, bajo la acción de las fuerzas", es decir, la mecánica estudia y analiza como se mueven los objetos, a qué velocidad lo hacen y qué fuerza hay que hacer para moverse o que los muevan.
La mecánica se aplica en sectores muy diversos como el aeronáutico, el automovilístico, el industrial y también en la medicina donde se conoce con el nombre de biomecánica.
Podemos decir pues que, la biomecánica es la disciplina científica que estudia las estructuras de carácter mecánico del cuerpo humano y se apoya en otras ciencias como la anatomía, la fisiología y la mecánica. El cuerpo humano es una compleja estructura en la cual encontramos músculos, huesos, tendones, ligamentos y varias estructuras con un comportamiento biomecánico individual y a la vez conectados entre sí para interactuar conjuntamente formando parte de un sistema o aparato, como por ejemplo, el aparato locomotor responsable del movimiento del cuerpo humano.
Por lo tanto, comprendiendo y analizando la biomecánica de nuestro cuerpo, al andar, al correr, haciendo deporte o la postura en el trabajo, podemos determinar el origen de las anomalías que pueden producir las variaciones en las estructuras mecánicas de nuestro cuerpo, alterando su correcto funcionamiento con el consiguiente riesgo de lesiones.
Estudio de la marcha
El aparato locomotor, responsable del movimiento del cuerpo, está formado por el sistema óseo y el sistema muscular. El sistema óseo lo forman el conjunto de huesos, cartílagos y ligamentos que conforman el esqueleto. El sistema muscular está formado por todos los músculos del cuerpo, que al unirse a los huesos y mediante su contracción, provocan el movimiento. El sistema nervioso es el responsable de la coordinación y estimulación de la musculatura que produce el movimiento humano.
Estas sumas de estructuras y articulaciones, interactúan formando una red que mantiene el cuerpo en equilibrio. Esta red que forma nuestro cuerpo, es soportada por nuestros pies, por eso mismo les hemos de dar una importancia relevante y tener un cuidado especial puesto que son nuestra base y sostén. Los pies no son una estructura aislada de nuestro cuerpo, sino que están interconectados con él a través de las estructuras óseas y de las cadenas musculares de las cuales forman parte.
Andando, durante la marcha o la carrera, todas las articulaciones están implicadas para llevar a cabo el movimiento. En el estudio de la marcha se valora y compara los movimientos de cada persona con unos rangos de movimiento considerados normales y es aquí dónde, observando las diferencias, se puede corregir el gesto incorrecto modificándolo para evitar futuras alteraciones o lesiones esqueléticas o musculares que pueden producir patologías importantes si no se modifican a tiempo.
Valoración postural
Desde el inicio del gateo en la niñez, hasta llegar a la vejez, nuestro cuerpo está condicionado por las leyes mecánicas y biológicas del crecimiento óseo. A grandes rasgos, las estructuras del cuerpo que están sometidas a más estrés, carga, tensión o flexión, se deforman para adaptarse a este exceso de estímulo, configurando así la forma de nuestro esqueleto durante las diferentes etapas del crecimiento y consolidándose en la edad adulta. Hay multitud de factores que influyen en esta configuración cómo: el tiempo de gateo, la edad que empezamos a andar, el tipo de actividad física, el trabajo que desarrollamos, la práctica o no de deporte, etc... Una duración en el tiempo, demasiado breve o excesiva de estos procesos durante el crecimiento del cuerpo, pueden producir anomalías o deformidades anatómicas, que quedan consolidadas a la edad adulta.
La detección precoz de estas anomalías, permitirá establecer un plan de actuación para tratar preventivamente la aparición en un futuro, de patologías y lesiones irreversibles.
Mejora del gesto
El estudio de la actitud postural en varias situaciones, tanto deportivas cómo laborales o de la vida cotidiana permite observar cuáles son los gestos incorrectos y vicios posturales que pueden alterar las estructuras anatómicas, produciendo dolor o lesiones. La aplicación de la biomecánica en la podología, permite estudiar cuáles son los trayectos del movimiento humano más adecuados en cada situación, evitando puntos de presión, sobrecargas, estrés, etc, en definitiva, se evita la aparición de lesiones y permite la mejora del gesto, para obtener un óptimo rendimiento en cualquier movimiento del cuerpo humano ya sea a nivel profesional o deportivo.
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